Gúdar

Gúdar

Si hiciésemos un vuelo rasante por encima del pueblo de Gúdar, nos llamaría la atención la abundancia de pinares y de pastizales, que componen este paisaje típico de montaña con rincones pintorescos y surcado de abundantes fuentes.

Estos manantiales con sus alrededores se conjugan para crear parajes como la fuente de los Caños, cita obligada de los excursionistas, o la fuente del Cura, junto al río Alfambra o la Dehesa, un merendero ubicado entre pinares.

Los pastizales, por su parte, tienen otros protagonistas, pues el ganado pace con parsimonia al suave sonido de los cencerros y las esquilas.

Ese sonido a campana nos hace mirar hacia la iglesia neoclásica de Santa Bárbara del siglo XVII, desde donde tradicionalmente tañían las campanas.

Con nuestra mirada descubrimos el modo de construcción de esta localidad, Gúdar se asienta sobre un espolón rocoso, esa posición de altura le permite tener excelentes vistas.

El municipio se asoma como a un balcón sin temor a la caída y desde él ve una maravillosa vista hacia el valle del río Alfambra.

Instalaciones deportivas:

Fuentes de Rubielos

Fuentes de Rubielos

El pueblo, a sólo 6 km. de Rubielos, ocupa el área de cabecera de varios barrancos procedentes de Peñarroya y que drenan directamente hacia el río Mijares.

El núcleo principal de población se asienta sobre un espolón, a media altura entre la Muela Alta y el barranco de Fuentes, diseminándose por el resto del término municipal una gran cantidad de masías.

Esta localidad posee un urbanismo característico, articulado en torno a la calle Mayor, en la que se concentran las construcciones más sobresalientes.

Fuentes de Rubielos cuenta con un hábitat natural muy sugerente. Entre las distintas posibilidades que el entorno del pueblo ofrece, cabe destacar las bellas panorámicas de la Sierra de Gúdar y de la depresión del Mijares que se pueden observar desde sus altozanos.

El disfrute del senderismo, los baños en las riberas de su espectacular río Morrón y los agradables paseos alrededor de las ermitas de la Magdalena y Santa Isabel, a través de sus pinares, sabinares, rebollares y carrascales, deleitan al viajero.

Instalaciones deportivas:

Formiche Alto

Formiche Alto

Su ubicación a los pies de una colina la conserva al resguardo del frío y el viento, también se acurruca cuando el sol es fuerte como buscando la protección de esa matriarcal montaña.

Los alrededores de Formiche nos llevan por recodos de ríos que la hermanan con su barrio Formiche Bajo. Ambas poblaciones conservan arquitectura del siglo XVII, como el ayuntamiento y la ermita.

Formiche Alto reclama atención hacia su puente medieval que recuerda a tiempos de conquista, de torneos a caballo y de pasos tranquilos de carretas. Hoy ese puente nos conduce hasta una fuente en donde la sombra de un tilo nos acompaña y reconforta.

En las proximidades podremos ver el monumento al carbonero que nos enseña la estampa de los antiguos habitantes de la localidad.

En su término cuenta con un árbol monumental como la sabina Pinera, tres poblados ibéricos y uno de la Edad del Bronce.

Instalaciones deportivas:

El Castellar

El Castellar

Un castillo se alza en lo alto de la cumbre más cercana al pueblo de El Castellar, esa fortificación protectora de los lugareños frente a ataques data de los siglos XII y XIII.

También es de tiempos pasados la casa consistorial del siglo XVI y XVII.

Del siglo XVIII datan las ermitas y la iglesia de la localidad todas realizadas en época del auge del barroco.

Acercándonos a cualquiera de estos edificios podremos disfrutar de otros enclaves bonitos y atractivos, como las orillas del río Valbona o el entorno del castillo que nos lleva a cotas cercanas a los 1300 metros.

En sus alrededores abunda el pino, pero no hay que perder de vista la presencia de un sabinar de características húmedas, con abundantes quejigos, cercano al núcleo de población, situándose por encima de los 1700 m de altitud.

Recientemente la localidad ha sido conocida por sus abundantes icnitas, huellas de dinosaurio que han sido estudiadas por los investigadores de la Fundación Dinópolis.

Instalaciones deportivas:

Camarena de la Sierra

Camarena de la Sierra

Entre los 1.300 m en que se encuentran las huertas de Camarena y las cumbres de las sierras circundantes hay desniveles topográficos de 600-700 m, lo que convierte a este valle en un ámbito verdaderamente agreste, rodeado de escarpes por el este (Altos del Ave y del Ventisquero; Pico Javalambre, 2.020 m), sur (Cerro Cavero, 1985 m; La Zamarrilla; Pico Calderón, 1839 m) y oeste (Loma de San Pablo, 1790 m).

En el municipio brotan abundantes fuentes: de los Baños, del Hielgo, Blanquilla, de las Salinas, de Lázaro, del Peral, etcétera.

No sin razón se conoce a Camarena como el «pueblo de las cien fuentes». Son numerosos los parajes de interés, de entre los que puede destacarse el salto de los Amanaderos, en el barranco del mismo nombre.

La iglesia de San Mateo se construyó en la segunda mitad del siglo XVII, como confirma una inscripción fechada de 1677 situada en el exterior del templo. Su estructura tipológica continúa una larga tradición en las iglesias turolenses de nave central única con capillas laterales, en este caso comunicadas entre sí. La decoración barroca, compuesta a base de angelotes y frutos de estuco, se complementa con elegantes esgrafiados propios ya de comienzos del XVIII.

Instalaciones deportivas:

Cabra de Mora

Cabra de Mora

Cabra de Mora se asienta en la baja ladera suroriental de un amplio monte, junto a la confluencia de los ríos Alcalá y Valbona y del Barranco de la Tormeda.

La marcada inclinación del emplazamiento seleccionado ha favorecido el desarrollo de un urbanismo basado en largas calles que discurren de forma paralela a las curvas de nivel, siendo relativamente escasas y muy empinadas las calles transversales.

A pesar de los condicionantes orográficos, el caserío dispone de tres plazas, unidas entre sí, a las que se abren los principales edificios de la población, destacando, por su trazado y amplitud, la plaza Mayor.

De gran interés, por su rara tipología y gran monumentalidad, resulta la ermita de la Escala Santa, frente al costado izquierdo de la iglesia. De mampostería y cantería, consiste en una escalera de mármol negro cuyo número de escalones representa la Pasión de Cristo. Su nave se cubre con un techo plano, decorado con escenas de la Pasión y motivos del rococó.

En la parte baja de esta ermita se sitúa el Baptisterio de San Juan, sobre cuyo arco de entrada una placa habla del privilegio de jubileo constante a los constrictos que visiten la ermita. Este singular monumento se construyó en 1730.

Instalaciones deportivas:

Arcos de las Salinas

Arcos de las Salinas

Junto al Río Arcos, en el piedemonte de la Sierra de Javalambre, se extiende esta población conocida por las truchas asalmonadas que se crían en su piscifactoría y las explotaciones salineras.

Algunos puntos interesantes pueden observarse a lo largo del valle, como los Ojos del río de Arcos, las piscifactorías que jalonan el valle y numerosas fuentes.

La vegetación, especialmente los pinares, recubren las laderas de estos relieves.

La salinidad de estos materiales permite la existencia de salinas, que fueron explotadas desde antiguo en las inmediaciones de la población.

El primer hábitat humano conocido en este término es de época ibérica y se sitúa en la margen derecha del río Arcos, en el Cabezo de la Herrería.

De época medieval se conserva un antiguo portal, el de la Catarra, por el que se accedía a la población.

En el perfil de esta población destaca, sobresaliendo por encima del caserío, la silueta de la iglesia de la Inmaculada, declarada Bien de Interés Cultural. La iglesia fue incendiada y quedó casi arruinada durante las guerras carlistas en el siglo XIX, tras lo cual hubo que reacondicionarla.

Instalaciones deportivas:

Alcalá de la Selva

Alcalá de la Selva

El nombre de la localidad nos remonta a su pasado musulmán, a ello se suman los vestigios de estos poseedores presentes en las paredes del castillo. La fortaleza después de ser bastión defensivo pasó a residencia de los Fernández de Heredia, pero las guerras civiles del siglo XIX le devolvieron a su utilidad inicial.

Bajo el amparo del castillo crece un pueblo donde cada rincón atrae la atención que se merece, entre ellos: la iglesia, el santuario, la ermita, el humilladero y el lavadero.

Los alrededores no dejan indiferente, pues invitan a pasar un día al aire libre donde vivir a ritmo del deporte que nos propongamos: bicicleta de montaña, de carretera, senderismo, esquí o golf, son algunas de las propuestas que nos ofrece el entorno de Alcalá de la Selva y su barrio de la Virgen de la Vega.

Por otro lado el folclore de la localidad conserva un dance propio que se baila en septiembre a la Virgen de la Vega

Instalaciones deportivas:

URB SOLANO DE LA VEGA (privada)

MAS BLANCO (Privada)

CAMPAMENTO EL RINCON

Albentosa

Albentosa

Cada vez que alguien pronuncia el nombre de esta localidad multitud de cortinas bailan al ritmo del viento, mecidas por las sílabas melódicas del nombre de este pueblo. Esta posición orientada al aire, como una veleta, le permite tener una floreciente industria de secado de embutidos que es una parte importante de su economía.  

Albentosa tiene un pasado templario, del que nos hablan los restos de su castillo, emplazado en lo que actualmente es el cementerio. A su amparo ha crecido la localidad ubicada entre barrancos bendecidos por la iglesia gótico-renacentista de Nuestra Señora de los Ángeles del siglo XVI.

En el municipio existe una gran actividad festiva durante todo el año, como la Cabalgata de Reyes, las Hogueras de San Antón, San Jorge…

Pero las fiestas más destacadas son la romería a la Cueva Santa en primavera, el Día de la Vía Verde cada mes de Junio y las Fiestas Patronales dedicadas a Nuestra Sra. de los Ángeles el 2 de agosto.

Instalaciones deportivas:

Abejuela

Abejuela

En el piedemonte más oriental de la Sierra de Javalambre se sitúa Abejuela, el pueblo más meridional de Teruel, ya en el límite con las provincias de Valencia y Castellón.

El municipio está situado junto a la rambla de Abejuela, tributaria del Turia. Las sierras calcáreas que rodean la población presentan sus cumbres aplanadas por superficies erosivas a alturas entre 1.400-1.600 m, salpicadas de pinos, sabinas y enebros.

En su término domina la sabina albar (Juniperus thurifera), junto a esta especie se localizan pinares de laricio y mixtos y encinares como los de la rambla de Abejuela, al oeste del núcleo de población, y los de la rambla de Andilla.

El nuevo núcleo de población se organizó a lo largo de la calle principal, a los pies de la ladera donde se distribuye el caserío. En un extremo del pueblo, sobre un barranco, se alzó una robusta torre de defensa, actualmente utilizada como vivienda, datable en los siglos XIII o XIV.

La iglesia de San Agustín se encuentra situada en la plaza que se abre en la calle principal. Sobre el caserío se construyó una amplia cisterna, cubierta mediante una bóveda rebajada de sillería sin labrar. En las afueras del lugar se encuentra la ermita de Santa Margarita, buena muestra de la pervivencia de los modelos medievales en el marco rural.

Instalaciones deportivas: